RESTAURACIÓN DE ESPACIOS DEGRADADOS

La Unión Europea (UE) pretende que la mejora de la biodiversidad del continente sea el pilar de la recuperación de aquí a 2030 con el fin de aumentar la resiliencia y ser capaz de hacer frente a los efectos del cambio climático, los incendios forestales, la inseguridad alimentaria o los brotes de enfermedades, entre otros problemas.

Por ello, la Estrategia de Biodiversidad de la UE contiene compromisos y medidas que pretenden, por ejemplo, ampliar los espacios protegidos de la Red Natura 2000 hasta alcanzar una protección del 30% de los espacios terrestres y marinos de la Unión Europea y el 10% (un tercio de la superficie protegida) en régimen de estricta protección

Pero no sólo propone incrementar la superficie protegida. También busca recuperar espacios en los que se ha producido una pérdida de la biodiversidad (el declive es alarmante, por ejemplo, el 81% de los hábitats están en mal estado). El objetivo también es recuperar al menos el 30% de los ecosistemas degradados de aquí a 2030. Para lograrlo, los estados Miembros de la UE deben presentar Planes Nacionales de Restauración a la Comisión en los que se muestre cómo se llegarán a cumplir los objetivos y qué metodologías de seguimiento se van a aplicar para observar el grado de cumplimiento de los objetivos.

Mejora de los espacios de la Red Natura 2000

Los estados Miembros de la UE deben proporcionar a finales de 2022, entre otras cosas, un listado de especies y hábitats que tienen que alcanzar, en 2030, una tendencia positiva en su estado de conservación. Además, deben explicar los criterios utilizados para seleccionar dichos hábitats y especies y las medidas que será necesario aplicar para mejorar su estado de conservación. Finalmente, es necesario saber con qué información cualitativa y cuantitativa se debe contar para poder alcanzar los objetivos.

La estrategia también contiene objetivos específicos como el hecho de ser coherente con la legislación existente (humedales, bosques, pastizales, ríos y lagos, brezales y matorrales…), de afrontar la disminución de las poblaciones de polinizadores o de mejorar los ecosistemas urbanos, forestales, agrícolas y marinos y la conectividad fluvial.

La importancia de una buena formación en materia de restauración de espacios

Una parte de las causas que está detrás de esta pérdida de biodiversidad y del mal estado de conservación de los hábitats y las especies es el desarrollo de diferentes actividades humanas y proyectos que impactan directamente sobre los suelos, la cubierta vegetal o el relieve del territorio. La formación en este ámbito es, por ello, clave para las personas que trabajan para compensar los impactos de diferentes planes o proyectos. Pero también, como se ha explicado, proporcionará muchas oportunidades a aquellos profesionales que pretendan contribuir a alcanzar los objetivos marcados por una Estrategia Europea de Biodiversidad para 2030 dado que esta sí ha situado la restauración de espacios, y la mejora del estado de conservación de especies y hábitats, entre sus objetivos principales.

Llevar a cabo medidas de conservación que sean capaces de hacer frente a las presiones y amenazas de que afectan a las especies y los hábitats será un proceso que requerirá de profesionales con un profundo conocimiento acerca de cómo se puede restaurar un espacio protegido. La Red Natura 2000, además, será un pilar fundamental para contribuir a este objetivo de mejora de la biodiversidad en Europa. Es el momento para formarse en este ámbito.

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