rodenticidas

RODENTICIDAS ANTICOAGULANTES, Y AHORA QUÉ

Con la publicación del Reglamento (UE) 2016/1179 de la Comisión de 19 de julio de 2016, se modificó la clasificación a Tóxicos para la Reproducción, de aquellos rodenticidas anticoagulantes que utilizan en concentración igual o superior al 0,003% alguno de los siguientes principios activos:

Brodifacoum

Bromadiolona

Clorofacinona

Cumatetralilo

Difenacum

Difetialona

Flocoumafen

Warfarina

Estos rodenticidas anticoagulantes suelen provocar sobre los roedores una afección sobre el hígado, inhibiendo la producción de la vitamina k y generando una importante hemorragia interna que provoca la muerte. Los productos comerciales empleados actualmente suelen conseguir la muerte del roedor en varios días, tras el consumo de una sola dosis.

Buena parte de los rodenticidas que nos encontramos en el mercado se ven afectados por esta nueva clasificación. Por tanto, durante el periodo de adaptación establecido hasta el próximo 1 de marzo de 2018 todos los agentes implicados deberán prepararse para los cambios que se nos acercan.

En primer lugar, si se pretende seguir empleando estos productos, con concentración igual o superior al 0,003%, los profesionales deberán disponer de una formación de Nivel Especial en «Productos Muy Tóxicos (T+) y Carcinógenos, Mutágenos y Tóxicos para la Reproducción (CMRs)», es decir, estos productos sólo podrán ser empleados por estos profesionales y deberán desaparecer del mercado las formulaciones actuales destinadas a uso doméstico.

En segundo lugar, las empresas estarán obligadas a ampliar la autorización en el ROESB y a adoptar las medidas reglamentarias necesarias para el almacenamiento de estos productos. Además, deberán disponer obligatoriamente del Libro Oficial de Movimientos de Biocidas (LOMB) y cumplimentarlo debidamente.

Por último, es previsible que algunos fabricantes comercialicen nuevas formulaciones aplicando concentraciones inferiores al 0,003%, especialmente para uso doméstico. La efectividad de estos rodenticidas no debería verse afectada, salvo en un aumento del tiempo transcurrido entre el consumo del producto y la muerte del roedor. Sirva como ejemplo la efectividad de la difetialona que se comercializa con una concentración del 0,0025%. Para otros principios activos como la warfarina deberán modificarse las características organolépticas del producto para hacerlo más atractivo ante el roedor, aumentar así su ingesta y conseguir los niveles de acumulación suficientes en el organismo para que sea efectiva. Este aspecto debería restringir estos productos exclusivamente para uso profesional.