11 Oct RADIADORES DE BAJA TEMPERATURA: MÁS CONFORT CON AHORRO DE ENERGÍA
Los denominados radiadores de baja temperatura son una de las opciones en calefacción más eficientes en la actualidad, ya que su funcionamiento va asociado a sistemas de generación de agua caliente a baja temperatura como las bombas de calor aerotérmicas o geotérmicas, las calderas de condensación o los equipos de energía solar térmica, permitiendo de este modo un importante ahorro energético a la vez que un mayor confort ambiental por sus características de diseño y funcionamiento.
Diferencias entre los radiadores convencionales y de baja temperatura
Las principales diferencias de los radiadores de baja temperatura con respecto a los radiadores convencionales estriban, fundamentalmente, en los valores de temperatura del agua que circula por ellos y en la forma en que transmiten el calor al ambiente.
En cuanto al primer factor, los radiadores convencionales trabajan con valores de temperatura de agua elevados, es decir, que tanto la temperatura del agua cuando entra (temperatura de impulsión, Ti) como cuando sale de ellos (temperatura de retorno,Tr), deben ser altas.
Además, para conseguir las potencias de emisión para las que han sido diseñados, estos valores deben moverse entre 70 y 80 ºC para la impulsión por lo que, considerando un salto térmico (Ti – Tr) de 20º C, la temperatura de retorno tomará valores entre 50 y 60º C.
Recordar que la potencia de emisión de un radiador está ligada a la diferencia entre la temperatura media del radiador Tm = (Ti + Tr) /2) y la temperatura ambiente Tamb.
Esta diferencia se conoce con el nombre de delta T (∆T= Tm – Tamb) y en la normativa europea EN 442 se toma como referencia para el cálculo ∆T = 50º C, siendo Tm= 70º C y Tamb =20º C.
Actualmente, motivado por el uso cada vez mayor de calderas de condensación y otros sistemas de generación de baja temperatura, con el propósito de ahorrar energía y adaptarse a los nuevos valores de temperaturas de funcionamiento, se tiende a reducir al máximo este valor.
De hecho, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) fija una temperatura media del radiador de 60ºC con lo que el delta T sería, en este caso, de 40ºC para una Tamb = 20º C.
Con esta normativa, cualquier nueva instalación deberá ser calculada con el radiador funcionando a máximo ∆T= 40º C. En este caso, el radiador emitirá menos, con un factor medio de reducción de 0,73, es decir, un 27% inferior al valor de emisión con ∆T = 50º C.
Por el contrario, en los radiadores de Baja Temperatura asociados a sistemas como la aerotermia, la geotermia o la condensación, el agua entra a una temperatura bastante menos elevada (Ti), por regla general entre 50 y 55º C y sale entre 40 y 45º C (Tr,) para un salto térmico de 10º C).
El rendimiento y por tanto la eficiencia, de estos sistemas de generación, aumenta cuanto menor sea el valor de la temperatura de impulsión (y por tanto, la de retorno).
Rendimiento de una caldera de condensación en función de la temperatura de retorno
Rendimiento (COP) de una bomba de calor en función de la temperatura de impulsión
Transmisión del calor al ambiente en radiadores de baja temperatura
En lo referente a la transmisión de calor al ambiente, en los radiadores convencionales se realiza por convección y por radiación en una proporción que depende del tipo de radiador (aluminio, hierro fundido, chapa…) mientras que, en los radiadores a baja temperatura, el 100% de la transmisión de calor se realiza por convección, es decir, por el movimiento de las moléculas del aire, ya sea natural (por la diferencia de densidades) o forzado (con la ayuda de ventiladores acoplados a los propios radiadores, consiguiéndose aumentos muy importantes de emisión).
Todo ello es posible gracias a que este tipo de radiadores ofrecen una baja masa y bajo contenido de agua, (tan sólo un 10% del agua que contiene un radiador tradicional) pero con el mismo poder de emisión.
Elemento emisor de un radiador de baja temperatura “Jaga” con sistema de convección forzada
Su baja inercia térmica, debido a la poca masa del elemento emisor y a su especial diseño, permite que estos radiadores puedan reaccionar inmediatamente ante cambio de factores externos (como cambios de temperatura), pudiendo aprovecharse de recursos gratuitos como el sol, el calor desprendido por los electrodomésticos, la presencia de personas, etc…
Un ejemplo lo tenemos cuando el sol radia en las ventanas: en este caso, los radiadores de Baja Temperatura dejan de emitir inmediatamente, previniendo el exceso de calor en la estancia y aprovechando una fuente gratuita de calor.
Sin embargo, cuando la temperatura de la habitación desciende, el radiador reacciona aumentando su emisión para mantener siempre el interior de la estancia con la temperatura de confort deseada.
Un sistema que ahorra energía y cuida del medio ambiente
Como hemos mencionado al principio, los radiadores de baja temperatura están concebidos para trabajar con agua a bajas temperaturas. El especial diseño de sus aletas es el indicado para establecer el mayor flujo de aire a través de los elementos emisores cuando utilizamos agua a bajas temperaturas y su intercambiador de flujo cruzado, favorece que la diferencia de temperatura entre el agua y el aire siempre sea la adecuada.
En conclusión, podemos decir que este sistema nos ofrecerá múltiples ventajas y sobre todo, un importante ahorro de energía, respetando además el medio ambiente dado que:
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- Están diseñados para funcionar con baja temperatura de impulsión de agua, consiguiendo que una caldera de condensación esté generando el más alto rendimiento desde el primer momento. Las bombas de calor o equipos solares también pueden ser instalados para hacerlos funcionar sin ningún problema.
- Tienen una reacción extremadamente rápida. No hay acumulación de calor en el radiador, sino que emiten o paran inmediatamente en función de las condiciones ambientales.
- Emiten anualmente hasta una tonelada de CO2menos al ambiente con respecto a radiadores tradicionales, según un estudio realizado por el laboratorio independiente británico Building Research Establishment.
- Están fabricados con materiales reciclables como el cobre, el aluminio y el acero con una masa de aproximadamente un 10% con respecto a la de un radiador tradicional, con el ahorro en material que esto supone.
- Tienen una elevadísima durabilidad (superior a 30 años), sostenibilidad no es sólo ahorrar energía hoy, sino también, crear productos que perduren en el tiempo.
- Su carcasa no emite calor, evitando de esta forma quemaduras por contacto.
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