¿LEGIONELLA EN SISTEMAS CONTRA INCENDIOS?

Hace poco leía un artículo en el que se informaba sobre un brote de legionelosis fuera de nuestras fronteras, en el que se contagiaron tres personas, una de las cuales casi no lo cuenta. Tras la investigación se determinó que el origen del brote estaba en el aljibe contra incendios de un hotel.

Este hecho me recordó el problema que suele presentarse con este tipo de instalaciones a las que, personalmente defino en ocasiones como “los eternos olvidados”. Es una situación relativamente común encontrar edificios con sistemas contra incendios, que cuentan con uno o varios aljibes, en los que no se suele realizar un mantenimiento higiénico sanitario adecuado frente a la proliferación de Legionella. En algunos casos, un operario acude cada dos o tres meses y añade un poco de hipoclorito que posiblemente haya desaparecido totalmente en una semana.

Normalmente tendemos a olvidarnos de los sistemas contra incendios, pensamos que “como el agua está ahí parada y no se utiliza no hay riesgo”. Como mínimo una vez al año en las pruebas de carga del sistema contra incendios estamos poniendo en riesgo al personal técnico que realiza dichas operaciones, además de todo el personal y usuarios que puedan encontrarse en las inmediaciones.

Un mantenimiento de estas instalaciones requiere mantener durante todo el tiempo una cantidad mínima de biocida que garantice la no proliferación de Legionella. Tenemos varias opciones, o bien un panel de cloración en el que se garantice un mínimo de cloro residual o la adición periódica de un biocida no oxidante (de los muchos que podemos encontrar en el mercado), que al ser más estables permite un menor esfuerzo en el control.

Nos quedaría el problema del agua que se encuentra en el circuito de distribución hacia las BIE, hidrantes, etc. Este agua, sobre la que en principio no se puede hacer ningún tratamiento, se moverá de año en año cuando se realicen las pruebas con el consiguiente riesgo. Ya existen soluciones para evitar este problema incluyendo circuitos de retorno en la distribución del contra incendio que garanticen el movimiento del agua hasta los aljibes donde puedan recibir un adecuado tratamiento.