LA EXPANSIÓN DEL MOSQUITO TIGRE NO SE DETIENE

Ya el año pasado se tenía constancia de la presencia generaliza del mosquito tigre (Aedes Albopictus) en el litoral oriental, confirmando una importante presencia desde Cataluña hasta la Región de Murcia, incluyendo entre las zonas de mayor presencia también la costa mallorquina. Además, durante el año pasado también se detectaron en distintas localizaciones del litoral andaluz, especialmente en La Costa del Sol.

Últimamente, se están detectando casos de presencia de mosquito tigre en zonas de interior, confirmando lo que ya se temía, la migración y ocupación de nuevos espacios en dirección noroeste.

Las peores previsiones para esta nueva plaga se están cumpliendo y el pasado mes de octubre, desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, se notifica la presencia de esta especie invasora.

Se detectaron 25 huevos de mosquito tigre en un punto de control instalado en la Comunidad de Madrid. En total se cuentan con 45 puntos de control en toda la comunidad autónoma y este positivo fue verificado por la cátedra de Entomología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid.

Teniendo en cuenta que el radio de vuelo de estos mosquitos es de 150-200 metros, de forma excepcional podría llegar a los 500 metros de distancia a sus larvas, la rápida expansión de este mosquito ha debido contar con la ayuda del ser humano.

Considerando que, el mosquito tigre se detectó por primera vez en 2004 en San Cugat del Vallés y que actualmente ha colonizado de forma estable todo el litoral Mediterráneo llegando a encontrar ejemplares incluso en Cádiz, resulta lógico pensar que su rápida expansión se debe a su transporte en trenes, camiones o vehículos particulares.

Recordemos que el mosquito tigre constituye un vector de transmisión de enfermedades como el dengue, chikingunya y el virus Zika.

La administración debe comenzar a adoptar para el control de esta nueva plaga, desinsectando zonas públicas. Pero también la población general puede y debe tomar medidas orientadas a impedir, o al menos dificultar, que el mosquito pueda depositar sus huevos en zonas donde se almacene agua. Para ello pueden tomarse unas simples prácticas como son:

  • Impedir acumulaciones de agua en el exterior de las viviendas
  • En caso de que no sea posible y que no se puedan eliminar las acumulaciones de agua en el exterior deben evitarse que el agua permanezca estancada por más de una semana.
  • Emplear recipientes herméticos para acumular agua o al menos cubrirlos con mallas que impidan que el mosquito pueda poner los huevos en el agua almacenada.

En resumen, hemos de poner todos los impedimentos posibles para evitar o dificultar la expansión de este mosquito.