avispa asiática

La avispa asiática

La avispa asiática, es decir la “Vespa velutina”, está generando en las últimas fechas una gran alarma social debido a los tres casos mortales por picaduras de avispas que se han producido en Galicia, pero hay que resaltar que sólo una de estas muertes ha sido a causa de la picadura de la avispa asiática.

Su picadura tiene efectos parecidos en el ser humano que la de otras especies autóctonas, como por ejemplo la Vespa crabro, que se trata  también de una especie de mayor tamaño y que habita en zonas de Cáceres y Andalucía. La diferencia que presenta es que la avispa asiática en cada picadura inyecta una mayor cantidad de veneno, lo que generará mayor hinchazón y dolor. Hay que tener en cuenta que la reacción alérgica va a depender del sistema inmunológico del propio individuo. Otro aspecto asociado a su peligrosidad es el hecho de que los nidos de avispas asiáticas pueden llegar a tener miles de individuos y pueden atacar en grupo si se sienten amenazadas.

Se trata de una especie invasora, que ha entrado en la península desde Francia y que poco a poco va asentándose en las comarcas del norte. La avispa asiática es originaria de la zona norte de India y de China, se alimenta de otros insectos, como lo hacen también otro tipo de avispas. Pero esta especie también se alimenta de abejas, lo que está provocando importantes daños en las poblaciones de abejas en diversas áreas geográficas españolas. Además de los daños generados por la depredación directa, también merman su capacidad productiva ya que las inmovilizan, de forma que las abejas no recolectan, se encierran en la colmena y van consumiendo sus reservas, se debilitan y crían menos.

Por lo tanto, el mayor problema asociado a esta especie se enfoca al impacto ecológico que genera, al tratarse de una especie exótica predadora de la abeja productora de miel y también de otros polinizadores. Lleva asociado a su vez un impacto socioeconómico al incidir sobre el número de las colmenas melíferas. En zonas gallegas, la presencia de esta especie de avispa invasora está generando descensos importantes de la producción de miel, estimados en torno a un 40%.

Para diferenciar a la avispa asiática de la avispa europea, hay que tener en cuenta su tamaño ya que es superior, la reina puede medir unos 3,5 centímetros de largo y la obrera unos 2,5 centímetros. También podemos fijarnos en el tono amarillo del extremo de sus patas y el negro de su abdomen  y cuarto segmento de color amarillo. Construye panales grandes y de forma redondeada.

Según todo lo expuesto, se presenta un nuevo reto para controlar el avance de las poblaciones de esta especie invasora. Las principales actuaciones se basan en la vigilancia para detectar los nidos, así como su control y eliminación si es posible.