01 Jul ECONOMÍA DEL RESIDUO: LOS RSU COMO GENERADORES DE EMPLEO

La transición energética está siendo la prioridad, pero surge la pregunta: ¿qué viene después de la descarbonización?

La respuesta parece ser la economía del residuo, un término que está cobrando vida en España y en el contexto europeo. Destacados inversores están apostando por compañías de gestión de residuos, señalando un cambio hacia un enfoque más centrado en la gestión inteligente de los residuos como fuente de oportunidades económicas.

A pesar de la reciente Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, España se queda atrás, en comparación con otros países europeos en la gestión eficiente de residuos. La creación de nuevas empresas para la selección y tratamiento de residuos será esencial para cumplir con los objetivos de la Unión Europea de reducir a cero los vertederos para 2035.

La gestión de residuos se vislumbra como una fuente significativa de empleo, ya que nuevas tecnologías y plantas avanzadas se desarrollarán para la gestión de residuos en sectores clave como la electrónica, textil, plásticos y construcción. El enfoque en la economía circular busca convertir el residuo en un recurso, creando un ciclo sostenible de generación de empleo y actividad económica.

Son numerosos los proyectos que en España apuestan por el biogás, transformando el residuo en un elemento clave para la generación de calor a bajo costo o la producción de biocombustibles. Esto marca un cambio significativo, donde el residuo deja de ser una carga y se convierte en un recurso valioso, generando empleo y oportunidades económicas.

La Unión Europea ha propuesto un Plan de Acción de Economía Circular, cuyo traslado a la legislación española ha dado como resultado el I Plan De Acción De Economía Circular 2021-2023 Estrategia Española de Economía Circular, una de cuyas líneas de actuación Línea de actuación “Empleo y formación” insta a promover la creación de nuevos puestos de trabajo, y la mejora de los ya existentes, en el marco que ofrece la Unión Europea.

Este plan abarca áreas clave, con objetivos que desarrollan el potencial generador de empleo.

1. Estrategias para eliminar gradualmente el uso de microplásticos, impulsando la innovación y creando empleo en el sector.
2. Marca para 2030 el objetivo de textiles duraderos y reciclables, generando empleo en la producción y reciclaje sostenible.
3. Impulsa la promoción de una vida útil más larga y tasas de reciclaje más altas para los desechos electrónicos, creando empleo en la reutilización y reparación.
4. Reducción del desperdicio de alimentos en un 50% para 2030, generando empleo en prácticas agrícolas sostenibles y gestión de residuos.
5. Objetivo de que todos los envases sean reutilizables o reciclables para 2030, fomentando empleo en el diseño y producción sostenible.
6. Aplicación de nuevas normas para baterías con baja huella de carbono, creando empleo en la producción y reciclaje de baterías sostenibles.
7. Revisión para aumentar la vida útil de los edificios, generando empleo en la construcción sostenible y eficiencia energética.
8. Enfoque en aumentar el reciclaje, reducir vertederos y minimizar la incineración, generando empleo en la gestión y transporte sostenible de residuos.

Todo ello converge en la línea de empleo y formación del citado plan, que, ante la transición hacia una economía circular “requerirá de mano de obra cualificada con capacidades específicas”, capaz de adaptarse a los cambios en el mercado laboral y de aprovechar las nuevas oportunidades de empleo.

Por ello, se han incorporado diversas actuaciones de educación, empleo y formación, con las que anticipar las necesidades y fomentar el desarrollo de capacidades y otras medidas de apoyo a la creación de empleo vinculado con la EC, que mejore la calidad y el acceso al mismo en un plano de igualdad de hombres y mujeres para alcanzar una transición justa.