10 Nov CÁLCULO DE HUELLA DE CARBONO Y CONFERENCIA DE CAMBIO CLIMÁTICO DE GLASGOW
En estos días, estamos conociendo datos de que toda acción cotidiana, por pequeña que sea, tiene un impacto en el medio ambiente de forma general, y en el dióxido de carbono emitido consecuentemente de manera particular.
Gestos sencillos como enviar un e-mail generan de media cuatro gramos de CO2, y ver la televisión de manera continuada, emiten 35 kg de dióxido de carbono directos a la atmósfera.
En el entorno legislativo, la Ley 7/2021, de 20 de mayo , de cambio climático y transición energética, transpone al derecho español las obligaciones asumidas por los Estados miembros de la Unión Europea como parte del Acuerdo de París de 2015 sobre cambio climático (aquí una de las últimas regulaciones).
La Unión Europea se encuentra en un momento de adaptación ante una realidad que va a requerir de medidas extraordinarias para poder orquestar la transición de todos los Estados miembros hacia procesos productivos sostenibles.
Uno de los objetivos principales del acuerdo, es empezar a implantar medidas para que la Tierra no sobrepase el límite de 1,5ºC antes de 2100, basándose en datos de valores de la época previa a la Revolución Industrial. Estamos asistiendo estos días a la Conferencia de Cambio Climático de Glasgow y los países están aún negociando cómo van a hacer para poder llevar al terreno práctico el acuerdo.
Luchar para no sobrepasar esos límites de temperatura va a depender de las acciones de lucha contra el cambio climático que lleven a cabo todos los actores, no solamente los Gobiernos, sino también el sector privado y el resto de la sociedad.
En estos momentos, el Departamento de Medio Ambiente de las empresas adquiere un papel aún más importante si cabe, para ir analizando la sostenibilidad de los procesos productivos y su transición hacia nuevas formas más respetuosas y equilibradas respecto al planeta.
Existen nuevas herramientas de cálculo para reducir las toneladas de dióxido de carbono emitido respecto a la huella de carbono, a la huella hídrica y a los créditos de CO2 para compensación de emisiones de dióxido de carbono en las estrategias de descarbonización corporativas.
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