AIRE ACONDICIONADO: PÉRDIDA DE AGUA

El agua como enemigo de las instalaciones frigoríficas

Con el verano crece la demanda de reparaciones de equipos de aire acondicionado que no funcionan.

Es una lástima que los usuarios no estén concienciados sobre la importancia de realizar un mantenimiento preventivo de los equipos. Con una revisión periódica contribuiremos a alargar la vida de los mismos, fomentando el ahorro energético y previniendo costosas e inoportunas averías.

Una de las averías por la que se demandará los servicios de un técnico frigorista podría ser una pérdida de agua en la evaporadora. El gran enemigo de las instalaciones frigoríficas es el agua.

El circuito frigorífico lleva en su interior gas refrigerante, nunca agua, quedando totalmente descartada la opción de una pérdida de agua por rotura del circuito frigorífico. Cuando el evaporador está en funcionamiento genera una temperatura inferior a la del ambiente y se produce condensación. Así, el agua se recogerá en la bandeja de condensados y se conducirá al desagüe, por gravedad, ayudada de una bomba de condensados o colocando bajo la condensadora un recipiente para la recoja.

Dependiendo del tipo de evaporadora: split, cassete, conductos, etc., cuando se desborda la bandeja de condensados, la avería se hace visible por la presencia de agua en la carcasa, rejilla de conductos o incluso en el techo, por la formación de una gotera bajo la máquina.

Soluciones y subsanaciones

Para subsanarlo, comprobaremos si desagua correctamente la bandeja de condensados añadiéndole un poco de agua, previamente deberíamos verificar la correcta conexión de los tubos de desagüe.

Si la condensadora desagua por gravedad, comprobaremos que el desagüe drene correctamente, en caso contrario, lo desatascaremos soplando o aplicando algún producto desatascador -se debe tener especial cuidado con el manejo de estos productos, ya que son muy corrosivos-.

La bomba de condensados es muy útil cuando no es posible desaguar directamente y/o tenemos el desagüe a cierta distancia, incluso si no podemos garantizar una caída óptima para el desagüe por gravedad, los cassetes de techo normalmente la llevan instalada en la misma evaporadora.

Hay que comprobar que la boya acciona la bomba, el funcionamiento de ésta o una posible obstrucción del desagüe.

También nos encontraremos con un posible olor a desagüe en la estancia donde esté la evaporadora. Para evitarlo, la instalación debería tener instalado un sifón que cumple la función de retener agua en la parte inferior de la curva y evita la salida de malos olores del desagüe. En el caso de que la instalación no disponga de ello, sería conveniente instalarlo.

El problema de olores surge cuando la instalación lleva sin funcionar un tiempo y el agua del sifón se evapora. La solución consistiría en rellenarlo con un poco de agua.

Hay circunstancias en las que no es posible conducir los condensados al desagüe (normalmente split). En estos casos, el instalador conducirá el desagüe a un recipiente para que lo recoja, siendo el usuario el encargado de vaciarlo para evitar que se desborde. La velocidad de llenado del recipiente solamente depende de la humedad del ambiente, no tiene nada que ver con ningún fallo en el equipo de aire acondicionado.

Requisitos formativos

Para poder realizar estos trabajos, hay que cumplir con los requisitos formativos contemplados en el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios).

El objetivo de esta formación es capacitar al alumnado para que pueda desarrollar la actividad laboral cumpliendo con los requisitos de la normativa, así como mejorar, actualizar o completar los conocimientos y habilidades en este ámbito de actividad.

Al finalizar la formación, el alumnado podrá obtener la certificación oficial de instalaciones térmicas según normativa vigente, a través del examen CITE (certificado en instalaciones térmicas en los edificios) por la entidad certificadora de personas ENAC.

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