ADITIVOS EN LOS ALIMENTOS: PREGUNTAS Y RESPUESTAS

La falta de conocimiento y la desconfianza hacia los aditivos alimentarios son fenómenos recurrentes en la sociedad contemporánea. A este desafío se suma la presencia de reclamos en ciertos productos, generando confusión entre los consumidores.

Con el propósito de esclarecer esta cuestión, nos proponemos abordar preguntas fundamentales relacionadas con los aditivos alimentarios, explorando su utilización, la seguridad y los beneficios que aportan.

Aditivos alimentarios: ¿Qué son y por qué se utilizan?

Desde la antigüedad, diversas civilizaciones idearon métodos de conservación alimentaria, como el aislamiento de frutas y verduras del aire mediante cera o resinas. Los griegos y romanos usaban vinagre, mientras que los chinos empleaban dióxido de azufre. A partir del siglo XIII, surgieron técnicas como el escabechado para carnes y pescados. En definitiva, a lo largo del tiempo, el conocimiento acumulado y los avances científicos dieron lugar a métodos eficaces de conservación y a la síntesis de aditivos alimentarios para mejorar el color, su sabor, incluso el olor y la estabilidad de los alimentos.

Hoy en día, los aditivos alimentarios son aliados, siempre que mantengan la calidad nutricional, provean ingredientes esenciales, mejoren la estabilidad y propiedades organolépticas, y ayuden en la fabricación y transporte.
Para que sean autorizados nuevos aditivos se han de seguir criterios estrictos para garantizar su seguridad alimentaria y beneficio que suponen, todo ello evaluado por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) y la Comisión Europea. En nuestro país, las competencias las asume la Aesan – Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.

Los aditivos sólo se autorizan si cumplen con requisitos legales y se someten a evaluación periódica para ajustarse a los avances científicos.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria  es la encargada de evaluar la seguridad, basándose en diversos criterios:

  • La identidad del aditivo.
  • El proceso de fabricación.
  • Su estabilidad en los alimentos.
  • Que esté su necesidad justificada.
  • La exposición prevista.
  • Los datos toxicológicos.

Los aditivos alimentarios son sustancias empleadas en la preparación de alimentos con diversos propósitos, como conservación, coloración, edulcoración, entre otras utilidades. Según la legislación europea, aditivos alimentarios son aquellos que no se consumen como alimento por sí mismos y se añaden a productos alimenticios con fines tecnológicos durante su fabricación, tratamiento, envase, transporte o almacenamiento.

¿Cuáles son los fines tecnológicos y clases funcionales de aditivos?

La Unión Europea clasifica por los aditivos alimentarios atendiendo a dos criterios de uso:
Los utilizados con fines tecnológicos y las clases funcionales.
Se incluyen conservantes, colorantes, edulcorantes, emulgentes, estabilizantes, espesantes, antioxidantes y muchos más. Cada clase cumple una función específica, desde dar sabor dulce, hasta mejorar la textura o estabilizar la composición de los alimentos.

¿Son seguros los aditivos alimentarios?

La seguridad de los aditivos alimentarios autorizados se evalúa exhaustivamente por el Comité Científico de la Alimentación Humana (SCF) o la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Solo se autorizan aquellos cuyos usos propuestos se consideran seguros. La reevaluación periódica asegura la actualización de los estándares de seguridad.

La EFSA evalúa los aditivos alimentarios basándose en expedientes presentados por solicitantes de autorización, considerando aspectos como identificación química, proceso de fabricación, efectos en productos alimenticios, datos toxicológicos y más. La ingesta diaria admisible (IDA) se establece, garantizando que el consumo no supere los niveles considerados seguros.

¿Qué beneficios reportan a los consumidores?

La autorización de aditivos se concede si cumplen condiciones clave, como seguridad, necesidad tecnológica, beneficio para el consumidor y ausencia de inducción a error. La legislación de la UE establece que los aditivos deben reportar ventajas, como preservar la calidad nutricional, suministrar ingredientes necesarios y mejorar propiedades organolépticas.

¿Deben etiquetarse?

El Reglamento (UE) nº 1169/2011 regula el etiquetado de los aditivos alimentarios. En la lista de ingredientes deben figurar con su nombre de clase funcional y número CE. El etiquetado transparente proporciona a los consumidores la información necesaria para tomar decisiones informadas.

Aunque es posible preparar alimentos sin aditivos, la presencia de estos compuestos se considera segura cuando se utilizan en cantidades permitidas. Los productos alimenticios industrialmente transformados a menudo requieren aditivos para garantizar la seguridad, calidad y estabilidad del producto final.

En definitiva, entender los aditivos alimentarios es crucial para desmitificar su papel en la industria alimentaria. Estos compuestos, cuando se utilizan correctamente y con regulación adecuada, contribuyen significativamente a la seguridad y calidad de los alimentos que consumimos diariamente. Al estar informados, podemos apreciar los beneficios de los aditivos y tomar decisiones alimentarias conscientes y saludables.

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