
28 Jul ACTUALIZACIÓN DEL RITE 2025: NUEVOS REQUISITOS PARA SISTEMAS DE CLIMATIZACIÓN EN EDIFICIOS NO RESIDENCIALES
El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), aprobado por el Real Decreto 1027/2007 y posteriormente modificado en 2013 y 2021, se encuentra actualmente en proceso de una nueva revisión normativa. Esta actualización, conocida como “RITE 2025”, se encuentra en fase de tramitación y responde a la necesidad de adaptar el marco español a las exigencias de las recientes Directivas Europeas 2023/2413 y 2024/1275, centradas en la mejora de la eficiencia energética, la digitalización de las instalaciones y la reducción de gases de efecto invernadero.
El nuevo texto plantea requisitos más exigentes para los sistemas de climatización en edificios no residenciales, con el propósito de reducir el consumo energético, promover el uso de tecnologías más limpias e inteligentes, y disminuir las emisiones asociadas al funcionamiento térmico de los edificios. Estos edificios, al representar una proporción importante del consumo energético nacional, se convierten en uno de los principales focos de esta revisión normativa.
Objetivos de la Actualización del RITE 2025
La revisión del RITE conocida como “RITE 2025” no se limita a una actualización técnica puntual, sino que forma parte de una estrategia más amplia de descarbonización, eficiencia y digitalización del parque de edificios no residenciales. En este contexto, los objetivos principales de la reforma son:
- Reducir el consumo energético primario en el sector terciario: Los edificios no residenciales (oficinas, centros educativos, hospitales, comercios, hoteles, etc.) concentran una parte relevante de la demanda térmica total. El nuevo RITE apuesta por un diseño más ajustado a la demanda real, evitando sobredimensionamientos y aplicando medidas activas de eficiencia.
- Promover tecnologías más limpias y eficientes: Se prioriza el uso de bombas de calor de alta eficiencia, aerotermia y sistemas híbridos renovables, en sustitución de tecnologías convencionales menos eficientes. Este enfoque busca reducir tanto el consumo eléctrico como las emisiones indirectas.
- Limitar el uso de refrigerantes con alto GWP: Siguiendo el Reglamento F-Gas y la estrategia europea de neutralidad climática, se plantea una transición obligada hacia refrigerantes con menor impacto climático (GWP ≤ 750), como R-32, R-290 o R-454B.
- Incorporar automatización y control inteligente: El nuevo RITE introduce la obligatoriedad del control zonificado y adaptativo, con sistemas que modulen el funcionamiento térmico según la ocupación, las condiciones exteriores y los horarios reales de uso. Esto supone pasar de un funcionamiento constante a uno dinámico y más eficiente.
- Mejorar la calidad del aire interior: A través de la integración de recuperadores de calor con rendimiento mínimo del 73 % y un diseño adecuado de los sistemas de renovación de aire, se pretende garantizar confort, salubridad y eficiencia energética al mismo tiempo.
Cambios técnicos propuestos
La reforma del RITE 2025 introduce modificaciones técnicas de carácter obligatorio que afectan directamente a la selección, diseño y operación de los sistemas térmicos. Estos cambios no solo buscan mejorar el rendimiento energético, sino también garantizar un funcionamiento adaptado a las condiciones reales de uso de los edificios terciarios.
1. Requisitos de eficiencia estacional (SCOP / SEER)
A partir de la entrada en vigor del nuevo RITE, los equipos deberán cumplir con unos mínimos de rendimiento estacional certificados conforme a la norma UNE-EN 14825, especialmente en condiciones de carga parcial.
- SCOP ≥ 3,5 en bomba de calor aire – agua.
- SEER ≥ 4,5 en modo refrigeración.
Este enfoque evita la sobreestimación de rendimientos nominales y permite una mejor comparabilidad entre tecnologías.
Ejemplo práctico: Una residencia geriátrica que planea renovar su sistema de calefacción por caldera decide instalar una bomba de calor aire – agua. El modelo seleccionado tiene un SCOP de 3,2 (válido antes de la reforma), pero no cumple el nuevo umbral. Se opta por una unidad con SCOP 3,8, con control Inverter y certificado Eurovent. Esto daría como resultado la mejora del 18 % en eficiencia real y cumplimiento de normativa futura asegurado.
2. Control por zonas y automatización
Será obligatorio en todos los edificios no residenciales con superficie útil superior a 290 m². Se deberá garantizar un sistema de regulación activa mediante:
- Programación horaria por zonas.
- Sondas interiores y exteriores para adaptar el funcionamiento a la demanda.
- Reducción automática en horarios de inactividad (modo eco o standby).
Se fomenta explícitamente el uso de sistemas BACS (Building Automation and Control Systems), en línea con la Directiva 2018/844/UE.
Ejemplo de aplicación: En un centro de coworking de 1.000 m² con sistema de climatización centralizada, se detecta un consumo constante aunque haya zonas sin ocupación. Se implementa control zonificado por planta y por sala, con horarios programables y sondas de presencia. Esto da como resultado reducción del consumo energético del 25 %, mayor confort térmico y justificación plena ante inspección técnica.
3. Recuperación de calor en UTA
Todas las Unidades de Tratamiento de Aire (UTA) con caudal superior a 1.000 m³/h deberán integrar recuperadores de calor con una eficiencia mínima del 73 %. Solo se admitirá su no incorporación si se justifica técnicamente (por espacio, retorno térmico negativo o incompatibilidades de uso).
Esta medida mejora el balance energético de la renovación de aire y reduce la carga térmica de los equipos principales.
Ejemplo profesional: Un supermercado instala una UTA para renovación de aire en la zona de cajas y almacenaje. El modelo original no incluía recuperación. Según el nuevo RITE, se incorpora un intercambiador de placas con eficiencia del 80 %.
Resultado: se reduce la carga térmica de calefacción en invierno un 30 % y el sistema queda preparado para posibles subvenciones asociadas a eficiencia.
4. Refrigerantes con bajo GWP
Se prohíbe la instalación de nuevos equipos que usen refrigerantes con GWP > 750, como el ampliamente utilizado R-410A (GWP ≈ 2.088). Las alternativas aceptadas incluyen:
- R-32 (GWP ≈ 675): más eficiente, ligeramente inflamable (A2L).
- R-290 (propano) o R-454B: inflamables (A3 o A2L), con requisitos de seguridad y ventilación.
La instalación y mantenimiento requerirá formación específica en refrigerantes A2L y A3, según Reglamento (UE) n.º 517/2014 y su actualización.
Ejemplo de aplicación de la medida: Un hotel renueva su sistema VRF y duda entre seguir con R-410A o migrar a R-32. El instalador informa de la futura prohibición y optan por un sistema R-32 con detección de fugas + ventilación mecánica en falso techo. Resultando en un proyecto compatible con el nuevo RITE, mayor eficiencia energética y reducción del impacto climático.
5. Documentación reforzada
La nueva redacción del RITE exigirá mayor rigor documental, con énfasis en:
- Cálculo de cargas térmicas reales, ajustadas al perfil horario y condiciones climáticas.
- Curvas de funcionamiento térmico del sistema, mostrando cómo responde a cargas parciales.
- Libro del edificio actualizado, incluyendo instrucciones energéticas, manuales de uso y pautas de mantenimiento preventivo.
Esta documentación será clave en auditorías, inspecciones periódicas y acceso a subvenciones públicas.
Ejemplo experto: En una instalación educativa pública, tras una auditoría desfavorable por exceso de consumo, se detecta que el dimensionamiento térmico no está justificado. Se realiza un nuevo estudio con software certificado, se ajustan los caudales de ventilación y se actualiza el libro del edificio.
Esto mejora en clasificación energética y cumplimiento documental que permite acceder a fondos Next Generation.
Claves para Técnicos y Mantenedores
- No sobredimensionar: el exceso de potencia reduce el rendimiento estacional.
- Apostar por soluciones híbridas: como aerotermia + energía solar térmica.
- Realizar auditorías energéticas periódicas: especialmente en instalaciones >70 kW.
- Incluir mantenimiento predictivo digitalizado: sensores de consumo, caudal y temperaturas.
Conclusión
El RITE 2025 no es solo una actualización normativa, es una oportunidad para transformar los sistemas de climatización en herramientas de sostenibilidad y ahorro energético. Los técnicos que se adapten a estos requisitos no solo evitarán sanciones, sino que también ofrecerán soluciones más competitivas y alineadas con los desafíos climáticos del presente.
Como siempre, la formación continua y la aplicación práctica de la normativa serán las claves para liderar este cambio. Porque en climatización, el futuro ya no es opcional: es regulatorio.
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