
14 Oct PURGA Y MANTENIMIENTO DE CALDERAS INDUSTRIALES: CÓMO PREVENIR AVERÍAS COSTOSAS
Las calderas industriales de vapor son esenciales en sectores como la alimentación, química, farmacéutica o automoción. Sin embargo, su eficiencia y seguridad dependen de dos factores a menudo subestimados: una purga adecuada y el mantenimiento riguroso del agua de alimentación.
Este artículo te guía, desde la experiencia técnica, en cómo evitar pérdidas económicas, paradas inesperadas y riesgos graves para el personal, con medidas preventivas simples pero claves.
¿Qué es la Purga de una Caldera y por qué es vital?
La purga es el proceso mediante el cual se eliminan del interior de la caldera:
- Sólidos disueltos y en suspensión (sales, lodos, óxidos metálicos)
- Concentraciones excesivas de sales que se acumulan por evaporación del agua
- Posibles sedimentos o impurezas introducidas por el agua de alimentación
Si no se realiza correctamente, pueden aparecer:
- Formación de incrustaciones en el intercambiador, disminuyendo la eficiencia térmica
- Corrosión interna por acumulación de oxígeno disuelto o pH desbalanceado
- Golpes de ariete o sobrepresión por obstrucción parcial
- Deterioro acelerado de válvulas, sondas y purgadores
Recuerda: ignorar la purga favorece la formación de incrustaciones, corrosión, golpes de ariete y daños en válvulas y sensores. Todo esto reduce la vida útil del equipo y aumenta el riesgo de fallo.
Tipos de Purga y buenas prácticas
Purga Continua (Automática o regulada)
- Elimina sales disueltas de la superficie del agua
- Se realiza de forma dosificada y constante
- Ideal para mantener la conductividad bajo control
- Suele estar gestionada por conductivímetro + válvula modulante
Purga de Fondo (Intermitente)
- Elimina los lodos y sólidos sedimentados
- Debe hacerse con la caldera en marcha, pero con personal formado
- Se ejecuta manual o automáticamente a intervalos planificados
- Se recomienda abrir por segundos, varias veces al día
Consejo técnico: nunca abras la purga de fondo de golpe ni durante periodos largos. Podrías generar un golpe de ariete, pérdida de presión o incluso daños en el cuerpo de la caldera.
Mantenimiento de purgadores: Eficiencia y Seguridad
Los purgadores automáticos mal mantenidos provocan:
- Fugas de vapor (si quedan abiertos), con altos costes energéticos.
- Acumulación de agua en líneas (si se bloquean), generando riesgo de golpes de ariete.
Verifica su funcionamiento mediante:
- Test manual de descarga.
- Inspección termográfica.
- Reemplazo periódico de componentes (según fabricante).
Dato práctico: Un purgador defectuoso puede desperdiciar hasta 20 kg de vapor por hora. En una planta mediana, eso puede equivaler a miles de euros al mes en pérdidas.
Agua de Alimentación: El factor más olvidado
Usar agua sin tratar es como alimentar un motor de precisión con combustible contaminado. El control del agua de alimentación es fundamental para evitar incrustaciones, corrosión y pérdida de rendimiento.
Parámetro |
Efecto si está fuera de rango |
Valor típico recomendado |
Dureza total |
Incrustaciones de carbonato cálcico |
< 0,1 ppm |
pH |
Corrosión (ácido) o incrustación (básico) |
8,5 – 9,5 |
Conductividad |
Indica concentración de sales disueltas |
< 2000 µS/cm (según caldera) |
Sílice |
Puede evaporarse y generar depósitos en turbinas o válvulas |
< 20 ppm (caso típico) |
Oxígeno disuelto |
Corrosión interna en tubos |
< 0,005 ppm |
Tratamientos comunes
- Descalcificadores o sistemas de ósmosis: reducen dureza y sales.
- Desgasificadores térmicos o químicos: eliminan oxígeno disuelto.
- Dosificación de inhibidores de corrosión y dispersantes.
Consejo profesional: El análisis del agua debe realizarse semanalmente como mínimo. Un desequilibrio sostenido no da señales evidentes hasta que el daño es irreversible.
Seguridad en maniobras de Purga
Toda operación de purga debe considerarse una maniobra crítica con riesgos térmicos, mecánicos y de sobrepresión.
Precauciones imprescindibles:
- Uso de EPI: pantalla facial, guantes térmicos, protección ocular.
- Señalización clara del área de purga.
- Nunca purgar con personas no autorizadas cerca.
- No manipular manualmente válvulas automáticas defectuosas.
La purga mal gestionada puede derivar en quemaduras, sobrepresión o accidentes graves.
Recomendaciones Profesionales Finales
Implementa un plan de mantenimiento mensual, con:
- Revisión de purgadores y válvulas.
- Análisis del agua.
- Limpieza de filtros.
- Calibración de sensores y conductivímetros.
Diseña un procedimiento operativo estándar (POE) para las maniobras de purga.
Registra todo en partes de mantenimiento: servirá para inspecciones, trazabilidad y análisis de fallos.
Conclusión
Una caldera es tan eficiente y segura como lo sea su programa de mantenimiento. La purga y el tratamiento del agua no son tareas accesorias, sino elementos vitales del sistema.
Descuidarlos supone asumir riesgos innecesarios: desde paradas costosas, hasta situaciones de peligro real para los operarios.
La solución está en la formación, el control periódico y la cultura preventiva. Porque en calderas industriales, la experiencia demuestra que prevenir siempre cuesta menos que reparar.
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