30 Jun REGLAMENTO F-GAS 2025: NUEVAS RESTRICCIONES Y SU IMPACTO EN LA INDUSTRIA
El Reglamento F-Gas 2025 de la Unión Europea es una de las herramientas legislativas clave para reducir las emisiones de gases fluorados de efecto invernadero, particularmente aquellos con alto potencial de calentamiento global (GWP) utilizados en sistemas de refrigeración, climatización y bombas de calor.
En abril de 2024, la UE aprobó el nuevo Reglamento (UE) 2024/573, que sustituye al anterior Reglamento 517/2014. Esta nueva legislación refuerza significativamente las restricciones sobre el uso de gases fluorados (HFC) y establece objetivos ambiciosos para su eliminación progresiva (Phase-Down), en línea con los compromisos climáticos del Pacto Verde Europeo y el Acuerdo de Kigali.
A partir de 1 de enero de 2025, varias restricciones entran en vigor de forma escalonada, afectando tanto a la comercialización de nuevos equipos como al mantenimiento de los existentes. Esto representa un cambio estructural para fabricantes, instaladores, mantenedores y titulares de instalaciones térmicas y frigoríficas. Su relevancia viene dada por:
- Los HFC representan hasta un 80 % del impacto climático de muchos sistemas HVACR.
- El nuevo reglamento impone una reducción drástica de las cuotas disponibles en el mercado europeo, lo que encarecerá y restringirá el acceso a muchos refrigerantes convencionales.
- Además, se introducen prohibiciones directas de uso, nuevas etiquetas obligatorias, y se refuerza el control sobre los profesionales autorizados y la trazabilidad de los gases.
Principales restricciones que entran en vigor
La aplicación del Reglamento (UE) 2024/573 a partir del 1 de enero de 2025 supone una transformación normativa profunda para el sector de la climatización y refrigeración en Europa. Las medidas introducidas afectan directamente a la selección de refrigerantes, diseño de equipos, mantenimiento, etiquetado y formación profesional. A continuación se describen las principales restricciones ya confirmadas:
1. Prohibición de nuevos equipos con GWP elevado
Desde 2025 se prohíbe la puesta en el mercado de determinados equipos que utilicen refrigerantes con GWP superior a 150, en función de su aplicación:
- Equipos monobloc de aire acondicionado y bombas de calor con carga inferior a 12 kg → GWP ≤ 150.
- Sistemas split de hasta 3 kg de refrigerante → GWP ≤ 750.
- Cámaras frigoríficas compactas para refrigeración comercial → GWP ≤ 150.
Esto supone el fin de facto de la instalación de equipos nuevos con R-410A o R-134a en muchas aplicaciones.
2. Reducción acelerada de cuotas de HFC (Phase-Down)
El reglamento impone una reducción más rápida y severa en las cuotas de importación y producción de HFC en la UE:
- En 2025, se establece una reducción del 55 % respecto al nivel base (2015).
- Para 2030, el objetivo es llegar a un 95 % de reducción, lo que obligará a una sustitución masiva.
Este mecanismo de cuotas encarecerá notablemente los HFC aún disponibles (como R-410A o R-134a), dificultando su uso incluso en mantenimiento.
3. Restricciones para operaciones de mantenimiento
El nuevo reglamento también limita el uso de HFC de alto GWP en mantenimiento:
- A partir de 2025, queda prohibida la recarga de sistemas con R-404A en instalaciones nuevas o existentes.
- A partir de 2027, se prohíbe el uso de HFC vírgenes con GWP > 2500 en todos los servicios de mantenimiento.
- Solo se permitirá el uso de gases reciclados o regenerados, hasta 2030.
Esto implica que los titulares de instalaciones antiguas deberán planificar reconversiones o sustituciones para evitar inmovilización por falta de refrigerante.
4. Nuevas exigencias de etiquetado y trazabilidad
Todos los equipos y envases que contengan HFC deberán llevar etiquetas visibles, legibles e indelebles, incluyendo:
- El tipo de refrigerante.
- Su GWP exacto.
- La cantidad en kg.
- La advertencia “Contiene gases de efecto invernadero regulados por el Protocolo de Kioto”.
Además, los operadores y empresas deberán registrar la trazabilidad de los gases manipulados mediante un sistema digital (previsto en plataformas nacionales o comunitarias).
5. Formación obligatoria para el manejo de refrigerantes alternativos
La transición hacia refrigerantes alternativos con clasificación A2L (ligeramente inflamables) y A3 (altamente inflamables) exige formación reglada:
- Manipulación segura de R-32, R-290, R-1234yf, etc.
- Conocimientos en ventilación, detección de fugas, zonas ATEX y medidas contra incendios.
- Actualización de la certificación de manipulador de gases fluorados en centros homologados.
La formación será obligatoria tanto para nuevas instalaciones como para mantenimiento, bajo responsabilidad del empleador y del técnico certificado.
Sectores más afectados
La entrada en vigor del Reglamento F-Gas 2025 no afectará de forma homogénea a todos los sectores. Aquellos que dependen intensamente del uso de HFC o cuyos equipos funcionan con refrigerantes con GWP elevado serán los más impactados, tanto a nivel técnico como económico. A continuación, se describen los principales sectores afectados:
- Climatización doméstica y comercial.
- Cámaras frigoríficas industriales.
- Transporte refrigerado.
- Bombas de calor.
- Talleres y servicios técnicos que aún utilizan R-410A, R-134a, etc.
Alternativas tecnológicas viables
Ante la restricción de los HFC, estas son las principales alternativas:
- R-32: eficiente, moderadamente inflamable (A2L), ideal para splits y bombas de calor.
- R-290 (propano): excelente rendimiento y GWP ≈ 3, pero alta inflamabilidad (A3).
- R-454B / R-1234yf: bajo GWP, compatibles con múltiples equipos, requieren precauciones.
- CO₂ y amoníaco: refrigerantes naturales con GWP nulo, para uso industrial, pero con alta presión o toxicidad.
Todas exigen formación específica y adaptación de equipos o protocolos de seguridad.
Recomendaciones para adaptarse al F-Gas
Para cumplir con el nuevo reglamento y minimizar riesgos técnicos, económicos y legales, se recomienda seguir estas acciones clave:
1. Planificar la transición
- Identificar equipos con HFC de alto GWP en funcionamiento.
- Priorizar la sustitución en sistemas con R-404A, R-410A o R-134a.
- Evaluar opciones viables con bajo GWP y su compatibilidad con la instalación actual.
2. Formar al personal técnico
- Asegurar que todos los técnicos tengan formación acreditada para refrigerantes A2L y A3.
- Incluir módulos sobre ventilación, detección de fugas, gestión ATEX y manipulación segura.
- Documentar la formación interna en caso de inspección.
3. Actualizar procedimientos y herramientas
- Renovar equipos de detección, recuperación y carga de gases para que sean compatibles con refrigerantes inflamables.
- Adaptar los protocolos de PRL y hojas de seguridad.
- Establecer zonas seguras de intervención y manipulación.
4. Informar a los clientes y planificar inversiones
- Anticiparse a la escasez de refrigerantes convencionales.
- Incluir en presupuestos y contratos la actualización tecnológica exigida por la normativa.
- Valorar el impacto positivo en la clasificación energética y acceso a subvenciones.
5. Colaborar con distribuidores y fabricantes
- Asegurar el suministro de equipos y repuestos compatibles con la nueva normativa.
- Exigir documentación técnica completa: ficha del refrigerante, GWP, normativa cumplida.
Conclusión: Un nuevo escenario para la refrigeración y la climatización
El Reglamento F-Gas 2025 marca un antes y un después en la gestión de los gases refrigerantes en Europa. Su aplicación obligatoria desde enero de 2025 exige una transformación profunda en la forma en que diseñamos, instalamos, mantenemos y gestionamos los sistemas térmicos y frigoríficos.
Lejos de ser un simple cambio normativo, se trata de una oportunidad real para:
- Impulsar la eficiencia energética.
- Reducir el impacto ambiental del sector.
- Actualizar las competencias profesionales.
- Acceder a nuevas tecnologías y ayudas públicas.
Las empresas y técnicos que se anticipen, que formen a sus equipos y que apuesten por tecnologías limpias y seguras no solo cumplirán la ley, sino que ganarán ventaja competitiva en un mercado que exige soluciones sostenibles y preparadas para el futuro.
La transición no es opcional: es estratégica.
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