DIISOCIANATOS. FORMARSE TAMBIÉN ES CLAVE PARA PROTEGER LA SALUD

Formarse y capacitarse es algo que hacemos, en muchos casos, porque se nos exige como requisito para poder desarrollar diferentes actividades o para el cumplimiento de normativa. También lo hacemos porque queremos aumentar nuestras oportunidades de trabajo o porque pretendemos actualizar nuestros conocimientos o complementarlos. En definitiva, por lo general, nos formamos para cumplir lo que indica una norma o porque queremos crecer profesionalmente.

Pero no somos tan conscientes de que en muchos casos esta formación también es un elemento clave para proteger nuestra salud. Esto es lo que ocurre con la formación en manipulación de diisocianatos, de la que ya hablábamos en un artículo anterior.

Como ya se explicaba con detalle, los diisocianatos son compuestos orgánicos que se utilizan principalmente en la industria del poliuretano y que están presentes en espumas, recubrimientos, adhesivos y otros productos utilizados generalmente para la protección de superficies. En el anterior artículo se hizo referencia principalmente a las referencias normativas que obligan a formarse y capacitarse, pero no se profundizó en detalle sobre los efectos para la salud de las personas. Veamos cuáles son.

Principales riesgos para la salud

Dos de los diisocianatos más comunes y con más efectos negativos sobre la salud son el diisocianato de difenilmetano (MDI) y diisocianato de tolueno (TDI).

Los principales efectos provocados por el MDI y el TDI son los respiratorios. El TDI puede tener una concentración de vapor por encima del Límite de Exposición Permisible (PEL) incluso a temperatura ambiente. Además, el peligro aumenta cuando se utilizan diisocianatos calentados, ya que la presión de vapor se eleva y al condensar se generan partículas suspendidas en el aire que provocan lesiones en los ojos, piel y vías respiratorias.

Los diisocianatos también pueden causar irritación e inflamación de las vías respiratorias a concentraciones elevadas o provocar lo que se conoce como sensibilización respiratoria, una reacción de hiperreactividad de las vías respiratorias que se produce después de la inhalación, que puede derivar en asma, sensación de falta de aire e incluso opresión en el pecho. La sensibilización respiratoria puede darse en el momento o entre 6-8 horas después de haber estado expuesto a los diisocianatos. Además en caso de existir una exposición continua, el asma puede hacerse crónico.

Otro de los efectos que pueden darse son la alveolitis o neumonitis por hipersensibilidad, cuyos síntomas asociados son el malestar, dolor de articulaciones, fiebre, tos y dificultad para respirar. Los síntomas pueden aparecer entre 6-8 horas después de la exposición

Los diisocianatos también causan efectos sobre la piel, como la irritación dérmica. El contacto con diisocianatos líquidos puede enrojecer o decolorar la piel, causar irritación, inflamación o ampollas. En personas previamente sensibilizadas también puede generar una dermatitis alérgica.

Finalmente, se ha demostrado que el TDI es un cancerígeno potencial.

Por tanto, cualquier profesional que se dedique o pretenda desarrollar una vía profesional que implique el trabajo con estos compuestos debería tener en cuenta que formarse y capacitarse adecuadamente en la manipulación de estos compuestos no es sólo un requisito legal, es una cuestión de salud.

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