NORMATIVA DE LA PRUEBA DE ESTANQUEIDAD Y RESISTENCIA MECÁNICA

Antes de la puesta en servicio de una instalación de fontanería, deberemos asegurarnos de que ésta no tiene fugas y que va a soportar la presión de funcionamiento.

Para comprobarlo, debemos ajustarnos a la normativa vigente en la actualidad en España, la cual está normalizada en:

  • En el CTE DB HS4, Apartado 5.2.1: Suministro de agua.
  • En el RITE 07, IT 2.2.2.

Además, deberemos tener en cuenta lo siguiente:

  • Si la instalación consta de tuberías metálicas, seguiremos las pruebas realizadas en la Norma UNE 100 151:1988.
  • En el caso de que conste de material termoplástico o multicapa, se considerarán válidas las pruebas realizadas según la Norma UNE ENV 12 108:2002, según vienen descritas en el ensayo A.

En la imagen inferior, observamos, medidos en bar y en minutos, las presiones a las que deberá ser sometida nuestra instalación hidráulica de fontanería para verificar su estanqueidad y el tiempo que durará cada una de las dos fases. Este es uno de los dos ensayos que podemos emplear para descartar la presencia de fugas y asegurar que nuestra instalación funcionará correctamente.

Figura 1: Procedimiento de ensayo B para la estanqueidad en redes hidráulicas. Fuente: Norma UNE-ENV 12108:2002

Para llevar a cabo el procedimiento de los ensayos para verificar la estanqueidad, debemos siempre purgar el sistema del aire que se encuentre en su interior. Esto lo hacemos con el objetivo de no falsear la medida de presión y asegurar que ésta es uniforme a lo largo de toda la red. Para lograrlo, abriremos los grifos terminales durante un tiempo una vez hayamos llenado la instalación sin presión.
El llenado y posterior presurizado de la instalación se realizará con un artefacto conocido como bomba de prueba de presión, las cuáles pueden ser manuales o eléctricas.

El llenado y posterior presurizado de la instalación se realizará con un artefacto conocido como bomba de prueba de presión, las cuáles pueden ser manuales o eléctricas.

Bomba de prueba de presión manual

El comienzo de la primera fase ocurrirá una vez purgado el aire del sistema. Como observamos en la figura 1, procederemos a presurizar la instalación hasta una presión que será 1,5 veces superior a la de diseño. Recordemos que estos son los requisitos mínimos que marca la normativa, y es común que los instaladores se aseguren de la inexistencia de fugas recurriendo a presiones superiores.

Esta operación de presurizado la repetimos 3 veces en 30 minutos. Son los 3 picos que se observan entre los minutos 0-30 de la gráfica de la figura 1.
Para que se considere superada la primera fase, no se deben haber producido fugas (ya sea en uniones prensadas, roscadas o soldadas), no deben aparecer fisuras en la instalación y la presión no podrá haber descendido más de 0,6 bar media hora después de haber finalizado la tercera operación de presurizado.

Una vez transcurrida la primera parte, es decir, a partir del minuto 60, dará comienzo la segunda fase de la prueba. En ésta, simplemente nos limitaremos a observar visualmente que no se está produciendo ninguna fuga. Comprobaremos que la presión establecida en el minuto 60 no desciende más de 0,2 bar en los 120 minutos posteriores. Es por eso que en la figura 1, nuestra prueba concluye en el minuto 180. Tenemos que considerar que son posibles pequeñas variaciones de presión del fluido en el sistema debido a los cambios de temperatura y por tanto, de la dilatación que éste experimenta. El resultado del ensayo deberá quedar registrado.

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