12 Jun REGULACIÓN EN LA ENERGÍA

Contexto: el mercado de la energía

El mundo de la energía constituye un mercado singular. Es un mercado que se encuentra con una alta carga de regulación específica, particularmente en el gas y en la electricidad.

Una instalación de generación/distribución de energía tiene elevados costes fijos además de un necesario conocimiento y deseable experiencia en la explotación de activos, lo cual constituye una barrera importante cara a una potencial entrada de nuevos competidores.

El de la energía es mercado de economías de escala, es decir, cuanto mayor sea el dimensionamiento de los activos, se esperan mayores beneficios. Normalmente, hay una necesidad importante de apalancamiento financiero para acometer grandes inversiones, por lo que la experiencia demostrada y solvencia de las grandes compañías energéticas es un plus de garantía para las entidades financieras.

En cuanto a la demanda de energía en un país, es necesario resaltar que es proporcional a la actividad económica y al bienestar de la sociedad, hecho importante al analizar la sensibilidad del comportamiento de la demanda frente al precio.

Por todas estas singularidades, es necesaria una supervisión permanente del mercado para garantizar sostenibilidad económica y técnica.

Singularidades del mercado de la energía y la separación de actividades

La singularidad de la energía hace que tengan la consideración de un bien especial.  Es decir, se trata de un bien indispensable, ya que condiciona el desarrollo y el nivel de precio de otras actividades productivas y económicas.

A esto hay que añadir que la energía no es fácilmente almacenable, con lo que el precio presenta una mayor volatilidad en función de las circunstancias de cada momento.

No hay una diferenciación de energía en cuanto a calidades del producto final (la electricidad es electricidad y el gas es gas). En este sentido es importante matizar que sí existe, en determinados mercados, la etiqueta de energía de origen 100% renovable, si bien esto no afecta a la calidad “funcional” del producto final. No obstante, la etiqueta de origen 100% renovable supone un factor de decisión cada vez más importante por parte del consumidor.

Es importante también tener en cuenta que El Mundo de la energía de es un instrumento político.  La política energética determina en gran medida la política de sostenibilidad con el impacto que esto conlleva.  En un mundo en el cual a compromiso ambiental y de sostenibilidad sobre todo en la Unión Europea es firme.

Adicionalmente por supuesto las decisiones en política energética afectan a la también economía y a la política industrial y además la política de impuestos de un país depende en gran medida de la energía.

Con este marco tan complejo se decidió, hace ya más de 20 años, la separación de actividades de Generación, Transporte, Distribución y Comercialización de energía. La actividad de Transporte y Distribución de energía está condicionada por lo que dictan los organismos reguladores las Administraciones Públicas. La retribución del negocio está fijada por la Administración Pública.

La generación y la comercialización de energía es libre mercado, si bien con una altísima carga regulatoria que determina el funcionamiento normal del mercado.

Han pasado más de 20 años y se hace necesaria una revisión

La separación actividades buscaba regular lo mínimo indispensable en cuanto a negocio y que fuera el mercado el que determinará las mejores condiciones y alternativas en cada momento.

De esta manera un consumidor puede contratar a través de un comercializador o incluso directamente en el mercado condiciones de suministro de energía.

El esquema es similar tanto en electricidad como el gas como un gas los mercados eléctricos y gasistas tiene muchísimas similitudes en su funcionamiento.

Hoy en día con el fuerte desarrollo renovable, con los condicionantes de intermitencia de la energía fotovoltaica y eólica y con un autoconsumo y generación distribuida cada vez mayores, se hace necesario revisar muchísimas condiciones que marca una regulación fijada hace más de 20 años con una estructura de generación muy alejada de la actual. Y por supuesto con una situación que no tiene nada que ver con la actual en cuanto a la emergencia climática y conciencia por la sostenibilidad.