CALDERAS DE COMBUSTIÓN

Normalmente vemos las calderas, tanto del domicilio como de la empresa, como aquel aparato o aquella máquina que, tras conectar eléctricamente, y posteriormente, al abrir un grifo o una válvula, proporciona agua caliente o vapor. También sabemos que funcionan con gas, en especial las domésticas, y que las industriales aparte del gas, funcionan con fuel o gasoil, aunque últimamente se están introduciendo unas calderas alimentadas con pellets o con residuos forestales.

Tipos de calderas y mantenimiento

Podemos resumir los tipos de calderas de combustión con la siguiente tabla:

Calderas combustión
Líquidos Sólidos Gaseosos
Fuel oil

Gasoil

Gasóleo

Diesel

Carbón

Pellets

Residuos forestales

Gas butano

Gas propano

Gas natural

Si estamos a cargo de ellas, nuestras funciones principales son conectarlas o desconectarlas a unas horas determinadas del día, conocer qué botones debemos apretar o seleccionar, a qué presiones o temperaturas deben funcionar, entre otras.

Pero las calderas son mucho más, no están solas en las salas de calderas. Alrededor de ellas hay otros elementos tales como bombas de circulación, intercambiadores de calor, válvulas, tuberías, manómetros. Y también calentadores, recalentadores, economizadores… etc. Todos estos otros elementos ayudan o complementan el funcionamiento de la caldera. Algunos son imprescindibles para su correcto funcionamiento, y otros son totalmente necesarios para su puesta en funcionamiento.

Por tanto, no solo estamos a cargo de la caldera, sino también de estos elementos auxiliares o complementarios. Debemos conocer no solo su nombre, sino sus características, su manera de trabajar, y en ocasiones, el porqué de su ubicación.

También es imprescindible conocer las características internas y externas de la caldera, su funcionamiento, qué combustible utiliza, entre qué temperaturas o presiones puede trabajar para no ocasionar una falsa maniobra o una avería.

Asimismo, si actúa una alarma por haber efectuado una falsa maniobra o por cualquier otra causa y se detiene el funcionamiento de ésta, o directamente no se pone en marcha la caldera, debemos ser capaces de encontrar y solucionar esta anomalía.

Debemos efectuar todas las comprobaciones que nos indica el protocolo facilitado por el fabricante, o que por nuestra experiencia o de otras personas se ha ido anotando y que nos puede dar la solución a la anomalía.

En ocasiones la solución no está en nuestras manos. Imaginemos que hemos efectuado el protocolo, y todos los indicios nos llevan hacia el interior de la caldera, hacia la programación o hacia algún elemento que no estamos autorizados a manipular. En este caso debemos acudir al Servicio Técnico correspondiente para que ellos solucionen la avería o anomalía.

Comprobaciones y normativa

Es fundamental tener a nuestro alcance de toda la información que la actual normativa (RD 809/2021) nos exige.

Entre otros debemos tener:

  • Esquema de toda la instalación.
  • Manual de instrucciones de la caldera.
  • Manual de instrucciones del equipo de combustión.
  • Manual de instrucciones del tratamiento de agua.
  • Manual de seguridad del operador.

También debemos conocer qué comprobaciones debemos realizar y con qué periodicidad: diaria, semanal, mensual, así como las inspecciones y todas las fases de mantenimiento, aunque algunas de ellas no las podamos realizar nosotros sino empresas especializadas. En el caso de efectuar operaciones por personal externo debemos comprobar dicha ejecución y anotarlas en el libro de la caldera.

Los fabricantes de calderas y las normativas actuales (RD 809/2021) ya nos indican las fechas de realización y también los elementos a observar, comprobar características o también substituirlas.

Las calderas instaladas en edificios de viviendas o en viviendas directamente, se utilizan para conseguir agua caliente (cocinas, duchas) calefacción o climatización, pero las calderas para la industria, además de los usos anteriores, se utilizan para procesos industriales.

En algunas industrias, la caldera o calderas son el centro de toda la fabricación. Un mal funcionamiento puede detener todo un proceso de fabricación, por lo que es imprescindible personal técnico cualificado para la vigilancia, mantenimiento o supervisión de ellas.

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