27 Abr ¿Y SI EL FUTURO DEL PLANETA TAMBIÉN DEPENDIERA DE TI?
Cada año el planeta pierde cerca de 10 millones de hectáreas de superficie forestal, lo que equivale a una extensión como la de Islandia. Esto es sólo uno de los datos que muestra los problemas globales a los que se enfrenta el futuro de nuestro planeta.
El Día de la Tierra
Debido a datos como este, el día 22 de abril de cada año se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra que pretende sensibilizar al público en general y llamar la atención de los medios de comunicación y de los decisores políticos para dar a conocer problemas ambientales que necesitan de la puesta en marcha de medidas políticas y de cambios por parte de la ciudadanía. La realidad es que se necesita un cambio de todas las personas y profesionales hacia una economía más sostenible, que ayude, entre otros, a combatir el cambio climático, los procesos agrícolas y ganaderos intensivos, la pérdida de biodiversidad o la deforestación de nuestros bosques y que contribuya a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
A veces estas grandes cifras y los problemas globales resultan lejanos a nuestra realidad y entorno, nos parecen cosas de otros. Los percibimos como objetivos muy grandes, frente a los que poco podemos hacer. Este pensamiento entra dentro de la lógica… ¿para qué voy a cambiar yo si no se va a conseguir nada?
Es difícil desactivar este tipo de razonamientos, sobre todo si no se realiza a todos los niveles un intenso proceso de sensibilización. Problemas como la extinción masiva de especies, el cambio climático, el agotamiento de recursos naturales, etc. parecen procesos imparables y se tiene a pensar que por mucho que hagamos individualmente por frenarlos, no podemos controlar lo que harán el resto de millones de personas en el mundo.
Pero esta misma situación se puede observar desde otro prisma. Porque los hechos han demostrado que el cambio en las decisiones individuales de muchas personas tiene un gran impacto en la lucha contra los problemas globales. Y en estos procesos de cambio masivo de actitudes individuales han ayudado mucho las campañas de sensibilización ambiental lanzadas por ONG, medios de comunicación u organismos oficiales.
Veamos un ejemplo. Muchas personas conocen hoy en día que el consumo de aceite de palma, presente en muchos de los productos que compramos, puede tener un vínculo con la deforestación de los bosques del planeta que son el hábitat de especies en peligro de extinción como los orangutanes o los tigres.
A raíz de la realización de diversas campañas de sensibilización al respecto, muchas personas han decidido no comprar productos que lo contengan y las multinacionales están tomando medidas, bien adquiriendo el compromiso de evitar su uso o bien asegurándose del origen sostenible del mismo. El proceso de sensibilización ha provocado cambios de conducta individuales que, a su vez, han permitido una respuesta masiva en el mercado, lo que está contribuyendo a proteger los bosques del planeta y con ello el hábitat de dichas especies.
El papel de los profesionales en su ámbito de trabajo
Pero también la opinión y el diálogo con las personas más cercanas tienen la capacidad de provocar cambios en nuestro comportamiento. De hecho, la labor realizada por muchos profesionales dentro de sus instituciones, con sus clientes, alumnos o asociados, en definitiva, con las personas con las que mantienen un vínculo profesional o personal, es clave para que cambiemos nuestra forma de comportarnos.
Pensemos por ejemplo que queremos llevar a cabo una actuación de mejora de la eficiencia energética en nuestra vivienda. Para ello contrataremos a una serie de profesionales que nos ofrecerán un presupuesto. Pueden hacerlo incluyendo una serie de productos, en función de criterios estrictamente económicos, u orientarnos en nuestra toma de decisión proponiéndonos una oferta que contemple también una alternativa con productos más respetuosos con el medio ambiente, por ejemplo, con materiales que tengan una menor huella de carbono y/o una menor huella hídrica. Para que esto ocurra y acabemos escogiendo productos más respetuosos con el medio ambiente es necesario que el profesional que elabora dicho presupuesto esté sensibilizado, tenga su propio compromiso ambiental y nos proponga y explique este tipo de alternativas.
Por todo ello, el planeta no sólo necesita gobiernos más concienciados y una ciudadanía más sensible a los problemas ambientales. También necesita que los profesionales de todos los ámbitos tengan su propio compromiso ambiental y lo trasladen a los demás. Porque el futuro del planeta depende de todos.
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