NUEVA GUÍA PARA EL ALMACENAMIENTO DE PRODUCTOS QUÍMICOS

El manejo de productos químicos es desde hace tiempo un tema preocupante debido a la probabilidad elevada de sufrir accidentes derivados de su manipulación por el hecho de tener características de peligrosidad. Estas características de peligrosidad son inherentes al producto que vayamos a manejar, razón por la cual estos peligros van a estar ahí siempre. Por este motivo, se hace necesario establecer Reglamentos y Decretos cuya finalidad superior es reducir los efectos de estos peligros inevitables a niveles que consigan que el manejo de estos productos químicos resulte lo más cercano al riesgo cero.

Fases de peligrosidad en el manejo de productos químicos

El manejo de los productos químicos engloba varias fases. Diversas legislaciones se han desarrollado para tratar todas ellas que, aunque son similares y están relacionadas, cada una de ellas contempla aspectos específicos de la fase. Así pues, las fases que pueden dar lugar a que ocurran los peligros y la legislación relacionada son:

Transporte de productos químicos

Recordemos que el transporte de Mercancías Peligrosas por carretera está contemplado en el Reglamento ADR, que es un acuerdo europeo que data del año 1972 y que engloba la mayoría de los países europeos, norte de África y también se han suscrito países de Asia. La previsión es que exista una revisión bienal, siempre en años impares, por lo que la última versión data del 2019 y está prevista la próxima revisión para 2021. El acuerdo se encarga de regular el envasado, transporte, documentación y demás aspectos del transporte por carretera de las mercancías peligrosas, incluyendo la carga, descarga y almacenamiento. Un aspecto importante que en él se determinan las obligaciones y responsabilidades de cada uno de los intervinientes en las operaciones en orden para evitar daños, así como proteger al medio ambiente. También hay legislaciones específicas para el transporte por Ferrocarril, marítimo, aéreo.

Clasificación, etiquetado y envasado de productos químicos

Contemplado en el Reglamento 1272/2008, más conocido como CLP. En él se detalla el contenido de la etiqueta, documento siempre indispensable y que aporta la información primaria sobre el producto a manejar, como su peligrosidad, consejos de prudencia, etc. También se detallan otras características que deben cumplir los envases en sus diversos formatos.

Registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas,

Contemplado en el Reglamento 1907/2006, conocido también como REACH. Este regula la producción y el uso de sustancias químicas, y sus potenciales impactos tanto sobre la salud humana como sobre el ecosistema. También contempla la información que debe estar a disposición del público a través de las Fichas de Datos de Seguridad (FDS).

Almacenamiento de productos químicos

Regulado por el Reglamento 657/2017, conocido como el RAPQ. En él se establecen las condiciones y las características que deben darse para asegurar que el almacenamiento de los productos químicos se lleva a cabo de tal forma que su peligrosidad intrínseca produzca nulos o improbables problemas.

Este listado es una pequeña parte de la gran cantidad de legislación que existe en cuanto a la manipulación de productos químicos en sus diversas fases.

Evolución de la normativa

Durante la fase de almacenamiento de productos químicos pueden darse diversos accidentes, como explosiones, incendios, intoxicaciones, corrosión. Desde tiempos inmemorables, el almacenamiento de los productos ha sido preocupante al ser una fuente importante de accidentes y problemas. Pero no fue hasta 1980 cuando se estableció el primer Real Decreto nacional, el RD 668/1980. En él ya se contemplaba el crecimiento constante de la industria química y de los peligros que conllevaba el almacenamiento, también se produjo una revisión no significativa en 1983.

Sin embargo, la irrupción de nuestra nación en la Unión Europea potenció la publicación de una Ley nueva, la 21/1992. Dicha Ley establece en el apartado 5 de su artículo 12 que los Reglamentos de Seguridad de ámbito estatal se aprobarán por el Gobierno de la Nación, sin perjuicio de que las Comunidades Autónomas con competencias legislativas sobre Industria, puedan introducir requisitos adicionales sobre las mismas materias cuando se trate de instalaciones radicadas en su territorio. Por otra parte, la evolución de la técnica y la experiencia que se acumuló en la aplicación de las instrucciones técnicas complementarias puso de manifiesto la necesidad de reelaborar todas ellas, adaptándolas al progreso técnico.

En consecuencia, se elaboró el Real Decreto 379/2001, con unas cuantas Instrucciones Técnicas Complementarias. En 2004 se fueron ampliando estas Instrucciones técnicas complementarias, añadiendo a las 7 anteriores la ITC MIE APQ 8 «Almacenamiento de fertilizantes a base de nitrato amónico con alto contenido en nitrógeno».  Además, por el Real Decreto 105/2010, de 5 de febrero, se modifican determinados aspectos de la regulación de los almacenamientos de productos químicos y se aprueba la instrucción técnica complementaria MIE APQ-9 «Almacenamiento de peróxidos orgánicos».

Como hemos dicho, las legislaciones que corresponden a las diversas fases de manipulación de productos químicos, aunque sean legislaciones con entidad propia, es inevitable que estén relacionadas entre sí. De esta relación nace la necesidad de que estas normativas estén armonizadas y sean coherentes entre sí.

Debido a esta necesidad, y dada la publicación y entrada en vigor del nuevo REACH y CLP,  se redactó el RD 656/2017 que es el que está actualmente en vigor. Su finalidad es doble, por una parte, adaptarse al continuo progreso de la técnica y, por otro, armonizar los peligros contemplados y los criterios de clasificación, a los citados reglamentos REACH y CLP.

El mismo Real Decreto se complementa, como viene siendo habitual, con las instrucciones técnicas complementarias (ITCs):

  • MIE APQ-0 «definiciones generales
  • MIE APQ-1 «almacenamiento de líquidos inflamables y combustibles en recipientes fijos»
  • MIE APQ-2 «almacenamiento de óxido de etileno en recipientes fijos»
  • MIE APQ-3 «almacenamiento de cloro»
  • MIE APQ-4 «almacenamiento de amoníaco anhidro»
  • MIE APQ-5 «almacenamiento de gases en recipientes a presión móviles»
  • MIE APQ-6 «almacenamiento de líquidos corrosivos en recipientes fijos»
  • MIE APQ-7 «almacenamiento de líquidos tóxicos en recipientes fijos»
  • MIE APQ-8 «almacenamiento de fertilizantes a base de nitrato amónico con alto contenido en nitrógeno»
  • MIE APQ-9 «almacenamiento de peróxidos orgánicos y de materias autorreactivas»
  • MIE APQ-10 «almacenamiento en recipientes móviles», que se incluyen en el anexo de este Real Decreto.

Guía sobre RAPQ

Como siempre, el objetivo de toda revisión es conseguir la máxima seguridad y reducir el impacto de los peligros sobre las personas. Sin embargo, el texto legal es muy extenso y ,con sus Instrucciones Técnicas Complementarias, ha dado lugar a dudas y aclaraciones que se han debido de tener en cuenta para que el personal pueda aplicar correctamente el RAPQ. En pocas palabras, podemos decir que el RAPQ indica lo que hay que hacer, pero parece que no deja del todo claro el cómo hacer.

Este es el objetivo la Guía sobre RAPQ que se ha publicado en Julio de 2020. Es un compendio de preguntas y respuestas, basado en consultas de los usuarios y dando repuestas claras y concisas a aspectos concretos relacionados. Son tantas las dudas y las respuestas que esta guía no es más que un compendio de guías. Para facilitar una mejor localización de estas, se identifican con la siguiente numeración:

RAQ-XX-YY (vZ), donde XX puede ser D, para consultas relacionadas con las Disposiciones del RAPQ, R, para articulados del reglamento o 00,01,02,03,04,05,06,07,08,09,10 para consultas relacionadas con las ITC correspondientes. Los dígitos YY corresponden al número correlativo de cada una de las mini-guías y Z es el número de versión aprobada, pues estas mini guías también pueden ser revisadas y adaptadas.

Con la publicación de estas Guías se marca un nuevo hito para facilitar la interpretación de un Real Decreto cuya tendencia es a hacerse cada vez más extenso y, por tanto, quizás más tedioso y costoso en su interpretación.

Para concluir diremos que es altamente recomendada su lectura, así como entender perfectamente la legislación aplicable para el manejo de productos químicos. No olvidemos que, de esta manera, conseguiremos mayor seguridad en el Trabajo.

 

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