29 Jun DÍA MUNDIAL DEL CONTROL DE PLAGAS
El día 6 de junio, se celebró el Día Mundial del Control de Plagas. Fue el año pasado cuando se instauró la celebración de este día, después de la propuesta realizada por la Asociación China de Control de Plagas y que fue apoyada por muchas otras asociaciones como la Confederación Europea de Empresas de Control de Plagas (CEPA), la Asociación de Control de Plagas Asia – Pacífico (FAOPMA) y la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas de Estados Unidos (NPMA).
Las distintas organizaciones internacionales aplauden esta iniciativa, que puede servir para lograr la concienciación de la población de la importancia de mantener una buena sanidad ambiental y para hacer visible la labor que desarrollan todos los trabajadores de este sector.
La actividad económica del control de plagas, según varios estudios realizados por distintas instituciones, ha experimentado en los últimos años un gran crecimiento. Este aumento de actividad se ha debido a una serie de factores que están agravando los problemas asociados a la presencia de este tipo de organismos nocivos, como el turismo y transporte de mercancías y el cambio climático que está alargando los veranos, época ideal para la expansión de plagas. Por otro lado, una mayor concienciación de la sociedad ante las enfermedades transmitidas por las plagas y el incremento del control gubernamental del cumplimiento de la legislación favorecen también el mayor desarrollo del sector.
Este incremento de actividad económica está acompañado a su vez de una serie de retos muy importantes a los que se enfrenta dicho sector económico como son, la existencia de un mercado muy competitivo con tasas muy importantes de intrusismo y muy presionado por la fijación de precios, la demanda de productos y soluciones menos tóxicos para el medioambiente y la salud humana, mayores exigencias legales para el desarrollo de la actividad, un aumento de la demanda en sectores como la hostelería y de la salud y las exigencias de una mayor capacitación de los trabajadores.
Como conclusión, se podría considerar que las empresas del sector se están sometiendo a un proceso de mayor profesionalización, lo que permitirá que sea una actividad económica más valorada por la sociedad, en la que sus trabajadores dispongan de una amplia formación para desarrollar soluciones más eficaces, seguras y respetuosas tanto para los usuarios como para el medio ambiente.