USO DE EPIS EN LOS TRATAMIENTOS CON BIOCIDAS

Aquí, en DIDASCALIA E.G., fieles a nuestro compromiso con la Seguridad de los trabajadores y usuarios, planteamos una cuestión, que no por recurrente, deja de ser de repetida actualidad: El uso de protecciones individuales y colectivas durante la aplicación y supervisión de los tratamientos.
Es cierto que con el paso del tiempo, se ha observado un incremento en el uso de estas protecciones, así como una mejora y adaptación de las mismas, no sólo a la actividad en sí, sino a lo que entendemos como más importante, a las necesidades del trabajador.
Sin embargo, la actual situación socioeconómica y laboral nos hacer recordar tiempos pasados, en los que la productividad, primaba sobre otras cuestiones, entre las que por desgracia figuraba la Seguridad.
Observando y analizando la ejecución de algunos tratamientos, nos vienen a la cabeza situaciones del pasado en los que, bien por una insuficiencia de medios o bien por una filosofía de la vida, “el macho ibérico” no necesitaba tomar ninguna medida preventiva/protectiva adicional, que pudieran significar o entenderse como un menoscabo de su bagaje de experiencia y capacidad, y a resultas de lo cual, los trabajo se realizaban en unas condiciones de precariedad Preventiva del todo inaceptables.
En contraposición con el perfil abigarrado antes descrito, encontramos el del nuevo trabajador, no tanto por edad sino porque la actual coyuntura socioeconómica ha obligado a muchos trabajadores a reorientar su vida y ejercicio profesional hacia otros sectores.
Intentando ser positivo, dentro del actual marco, encontramos en esta forzada movilidad laboral, la posibilidad de reconducir antiguos y peligrosos hábitos laborales, hacia conductas compatibles con la nueva mentalidad imperante en nuestra Sociedad.
Esperamos que esta situación se convierta en una oportunidad para reorientar nuestra actitud protectiva y hacer avanzar nuestra mentalidad, en aras de una mejor calidad de vida laboral.
Un saludo.