RITE Y LA VENTILACIÓN NATURAL EN EDIFICIOS

En ocasiones me surge la duda si no existe cierta incongruencia en la normativa española en lo que se refiere a ventilación natural de edificios. Por una parte, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) promueve la eficiencia energética, sin embargo, si nos fijamos en aspectos como la ventilación de los edificios se contradice en parte.

En general, tanto si se trata de edificios terciarios que cumplan con el RITE como en edificios de viviendas que cumplan con el Código Técnico de la Edificación (CTE) se aplica una visión excesivamente garantista en cuanto a la calidad del aire, que favorece la aplicación de sistemas de ventilación mecánicos y reduce a casos excepcionales el uso de ventilación natural. Esto, bajo mi punto de vista, va en contra de la eficiencia y el ahorro energético.

Para edificios terciarios que cumplan RITE en la Instrucción Técnica IT 1.1.4.2 sobre exigencia de calidad de aire interior, recoge que debe existir un sistema de ventilación que aporte suficiente caudal de aire exterior que evite la concentración de contaminantes. El procedimiento que debemos seguir para ello es:

  • Primero se caracteriza la calidad del aire interior que debemos obtener (IDA 1, IDA 2, IDA 3 e IDA 4).
  • A continuación, debemos calcular el caudal de aire. Utilizando el método indirecto se realizará por número de ocupantes, por metros cuadrados, por local.
  • Tendremos en cuenta el aire exterior de donde se realizará la captación (ODA 1, ODA2, ODA3 y ODA4).

Según el IDA y el ODA, es decir, el aire necesario en el interior y el aire exterior se marca un nivel mínimo obligatorio de filtrado para el aire a introducir en el local. Sucede que con frecuencia nos encontramos niveles de filtrado F5 y superiores. Ya un F5 es un filtro de alta eficacia, esto hace inviable la utilización de sistemas de ventilación natural.

De alguna manera debería facilitarse-favorecerse la implementación de sistemas híbridos con ventilación natural-mecánica monitorizando los niveles de los parámetros críticos (Tª, CO2, contaminantes, polen, etc). De esta manera se utilizaría por defecto la ventilación natural, activando la ventilación mecánica en aquellos momentos en los que los parámetros controlados se acerquen a los valores límite para cada tipo de aire requerido o, por ejemplo, en épocas del año donde los niveles de polen sean altos y se requiera obligatoriamente la filtración.

Pienso que de esta forma, se conseguiría una calidad de aire en el interior de los edificios equivalente a la actual y simultáneamente se produciría un significativo ahorro energético.