biocidas

BIOCIDAS, FORMACIÓN E INFORMACIÓN A TRABAJADORES

Esta semana nos hemos reencontrado de nuevo con ese tipo de noticias que no deberían darse nunca. El pasado día 18 se produce el fallecimiento de un trabajador de 27 años, tras una semana de fuertes dolores. La autopsia de este trabajador indica muerte por “envenenamiento”.

A falta de la investigación oficial que se ha abierto, todo apunta a una intoxicación derivada de su actividad laboral en la que se sabe que la semana anterior al fatal desenlace estuvo “sulfatando” en un invernadero de Almería. Entre otros datos, falta por saber a qué se refiere el termino “sulfatando”, está claro que este trabajador aplicaba algún producto ya fuera fertilizante o biocida, pues con ese término se suelen englobar multitud de aplicaciones que se realizan en el campo.

Por desgracia, el goteo incesante de noticias de este tipo no cesa. Todos, trabajadores y empresarios, hemos de tomar conciencia del riesgo que supone la manipulación de cualquier producto químico, pero mucho más si se trata de biocidas. Con demasiada frecuencia, las intoxicaciones producidas tras la manipulación de ciertos productos químicos nos recuerda la importancia de la formación y la información que deben tener todos los implicados: fabricantes, distribuidores, aplicadores, responsables…

Personalmente, estoy convencido de que la formación y la capacitación, especialmente para la manipulación de fitosanitarios y biocidas de uso ambiental, junto con una intensa campaña de información y concienciación de todos los agentes implicados sobre la peligrosidad de estos productos, reduciría en gran medida los niveles de siniestralidad actuales.

Por otra parte, cada vez se demuestra con mayor fuerza la necesidad de un cambio real de filosofía en lo que respecta a la utilización de técnicas de Control Integrado de Plagas, donde el control efectivo sobre las especies nocivas se realice por métodos físicos, mecánicos, biológicos y genéticos, siendo nuestra última opción la utilización de productos químicos. Lógicamente, este tipo de control requiere una mayor cualificación, especialización y conocimientos específicos sobre dichas especies nocivas y sobre nuevas técnicas de control, que en realidad no son tan nuevas, pues en muchos casos están siendo utilizadas desde hace muchos años con estupendo resultado.